martes, 14 de septiembre de 2010

Despedida

La lágrima quieta,
ve partir al último,
suspendida en el andén vacío,
el tiempo se entumece,
el frío lo corroe.
y ella siente como la perspectiva
la agiganta en la huida,
escena,
movimiento que le es ajeno,
y el dolor tan propio.
Pero allí va,
en un vuelo
que se ata a rieles infinitos,
aquí se queda
empollando un único suspiro
de regusto a nada.
imploró ser de la letra,
y el poeta enmudeció
su vanidad,
perdió las palabras
en el arrinconamiento de la mentira,
en la acidez de lo inmediato.
todo se disipa en un horizonte
abortado en curva
y contra curva
que distante la distancia
cuando el ahora
es un instante
atenazado en el recién,
y este agoniza en la memoria.
que distante las horas
naufragando lánguidas
ahogadas de ausencia.
14/9/2010