miércoles, 2 de diciembre de 2009

La vida y la muerte

Pase…
¿Usted es?….por supuesto… siéntese que enseguida estoy con usted y le cuento los detalles. Su mirada se clavó tras el cristal que daba a una florida galería, los colores se entrelazaban con los olores, el mejor de los inciensos.
La puerta se cerró tras la figura, de la que podría haber sido un sargento del peor de los ejércitos imperialistas.
Hacía mucho que nadie lo visitaba, no era de lo más simpático, pero esa mañana sintió que alguien se le sentaba al lado y le contaba, sin siquiera preguntar nada:
“Su mirada es un puñal que no recuerdo, el tiempo roba hasta lo más bonito….no recuerdo cual fue la última vez que la vi, sabotaje de la edad, tampoco puedo encontrar el día en que ya no la soñé…no es bueno llegar a mi edad uno tiene nostalgia sin recuerdos.
Hace ya un tiempo me cuestiono si no habré sido yo quien la invento así, a medias, sin sonrisa, sin encuentros, sin mirada, simplemente, ausente… un vacío que se traga el pecho, que consume las horas, las ultimas horas de espera, como una especie de esperanza, un espejismo que me mantenga ocupado para no pensar en lo que ha de llegar.
Preferiría la muerte, nada ha de ser peor que esta sórdida agonía, sin saber realmente…
Cuando la pienso todo se aligera, el aire se hace tan liviano que es como si me faltara, los pensamientos se confunden, me confunden, es como estar ausente de si mismo, son instantes en que siento que sobre nada piso, perdido en ninguna parte, es tan espelúznate como atractivo, y a lo lejos una figura desprolija, sin contornos, pero a la vez tan particular y conocida,…ha de ser la senilidad.
Y ahora cuando creí que me deshacía de ella, la nombro y no puedo salir, es un embrujo circular que en ella empieza y en ella termina, es como el trabajo de Sísifo, parece que estoy condenado a darle vida mientras me quede, y parece que mientras ella este yo estaré, es un círculo total.
No hay arista que me permita fugarme, un panóptico sublime, envidia de carceleros y cazadores, una puta mierda, una condena del espíritu reducido a esclavo del mejor o peor de los patrones.
Duermo y allí esta, despierto y lo mismo, ya no distingo el sueño de la vigilia, me he vuelto paranoico hasta de mí, ni siquiera se por que le cuento esto.
Volvió la vista, lentamente, sobre su hombro derecho… y nada encontró…más solo un sombra que se marchaba al otro lado del pasillo, sigilosa como quien entra sin permiso y sin el quiere retirarse, entonces se sintió sin fuerzas y callo suavemente sobre el banco en el que había estado hablando solo desde hacia ya un rato.
La puerta volvió a abrirse, el aroma a café rancio mutilo el regalo de aquella galería. El intersecto la mirada e inquirió con desden, apesadumbrado, el final era conocido, pero el como y el por que del desenlace….toda una incógnita al menos hasta el momento.
Mire Joven… el anciano quedo sin aliento…envuelto en una sonrisa que lo volvía desconocido… nadie recordaba haberlo visto reír…no es que quiera hacer fuego de la leña…pero estaba muy solo…
Una lágrima sincera recorrió el rostro recién afeitado de oficinista asfixiado por la cuerda del tiempo… es verdad… ya es tarde para lamentarse.
Supongo que si replico con un cinismo burlón…mientras forzaba a su rechoncho rostro a mantener una neutralidad emocional.
Bueno estas son las pertenencias de su abuelo…
Le entrego una pequeña caja de madera cerrada con un pequeño candadito chino, de esos que se entregan a cualquier cosa que simule ser una llave…
Y aquí tiene el acta de defunción del medico del hospicio… siento mucho su perdida…pero tendrá que disculparme tengo mucho por hacer ahora…
Lo comprendo… a mi también se me hace tarde… pero ¿solo esto dejo?
Si, solo eso.
Los pasos hacia el afuera gris y ruidoso se hicieron eternos… estaba abandonado el ultimo lugar de aquel que de pequeño tanto bien le había hecho, y a quien sentía que había abandonado.
Cruzo con esfuerzo el portal redondeado, de madera maciza, y el vapor del asfalto asesino cualquier relación que en él existiera con el deber.
Así que se dirigió a su casa era un buen día para jugar a los recuerdos y llorar.
La cajita aun que pequeña resultaba un tanto pesada… sin pensar se vio frente a su puerta, introdujo la llave y dio un fuerte envión para volver a cerrarla, era de las que solo tienen picaporte hacía el interior…
Se dejo caer sin oposición sobre la cama y la caja callo a su lado…fijo la vista en ella por unos segundos… se esforzó por incorporarse dio unos pasos pesados hasta la alacena tomo un cuchillo con la intención de forzar aquel nulo candado.
Ni siquiera hizo falta hacer fuerza, se abrió como flor ante el sol de primavera, con una suave movimiento lo saco y la caja se destapo como impulsada por un resorte… cientos de papeles invadieron las sabanas…
No recordaba que el viejo escribiera y a decir verdad tampoco conocía a nadie que le escribiera a él.
Las hojas estaban cuidadosamente dobladas, pese a que la oxidación amarillenta ventilaba su vejes, su estado era impecable, una caligrafía perfecta, la belleza y la melancolía en las palabras asombraba, algunas hojas solo contenían dibujos con una figura femenina indescifrable…
¿Quién sería? ¿Por qué vestida de sombras? ¿O solo desnuda de claridad?...
Nunca le conoció al viejo otra mujer que su abuela aun que solo la conoció por fotos la pobre murió temprano…sin aviso se fue en una tarde triste, gris, embotada de ausencia.
La primera de las hojas, la última en la caja aquella, que acariciaba la madera sin querer abandonarla poseía toda una revelación…
Pensarte me hizo libre…
Saberte futuro, vida plena me hizo…
Tus labios el anhelo
De decir adiós…
No hay esperanzas en lo infinito
Sino en lo que ha de acabar
No habrá ni cuerpo, ni alas,
Ni paraíso, ni necedad,
Solo una tenue calma
Cuando me vengas a buscar,
Tan solo el silencio
Pues Morir es natural,
Por eso sin prisa te espero,
Mientras imagino como será.
La hoja tenia una fecha en margen superior , databa de cuando el viejo tenia 15 años, al dorso de la hoja podía leerse…a mi corta edad me he dado cuenta que la muerte ama a la vida por eso la persigue, la acorrala y la besa, pero es un amor destinado al fracaso, a instantes de lucidez y agónicas eternidades de ausencia… ni siquiera pueden recordarse con claridad cuando una llega la otra esta condenada a marcharse y así no sucederá a todos no se sabe cuando ni como pero solo será una acto de amor más, escribo estas líneas y realizo estos mínimos dibujos para que se recuerden aun que mas no sea entre sombras

Emiliano Pardavila "de la decadencia 1"

4 comentarios:

  1. Triste el cuento. Y a donde nos iremos cuando abandonemos este mundo ? Quiza haya otro invisible a nuestros ojos donde descansan nuestros abuelos, algun viejo perro. Donde Borges, Cortazar o Neruda siguen escribiendo, donde Olmedo sigue actuando, donde Freddye Mercury, Bob Marley o Michael Jackson siguen llenando estadios. Despues de todo quien sabe donde va uno al morir.

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  2. ... si es muy triste... y mas profundo cuando se pierde a un ser querido... todos nos iremos,quien sabe donde, alguna vez. Y solo queda disfrutarnos hoy. saludos! Marula!

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  3. Este escrito merecería estar en un libro editado. muy bello! salud- os

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  4. ensarte me hizo libre…
    Saberte futuro, vida plena me hizo…
    Tus labios el anhelo
    De decir adiós…
    No hay esperanzas en lo infinito
    Sino en lo que ha de acabar
    No habrá ni cuerpo, ni alas,
    Ni paraíso, ni necedad,
    Solo una tenue calma
    Cuando me vengas a buscar,
    Tan solo el silencio
    Pues Morir es natural,
    Por eso sin prisa te espero,
    Mientras imagino como será.
    Despues decis que no te queda bien la poesía?.. andáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.. rodé con estas letras.. dónde?.. shhhhh.. no se dice.. cariños

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