lunes, 14 de diciembre de 2009

Ocaso




Soñé una y mil veces con tener su cuerpo entre mis manos, rozar su piel, trepar sus cimas, beber sus mares, aunque las escenas no se repetían y a decir verdad ninguna se asemejó a lo que me aconteció.
Fue en el momento en que abrí los ojos y la sangre invadió mis pupilas… cuando advertí su figura, de entre el rojo que escupía el cuarto… estaba tendida frente a mi y su mirada paralizaba cada uno de mis músculos, solo podía contemplarla tan inmutable, tan dulce y violenta.
Cada latido se hacia más cerrado, y por más que intentaba no podía explicarme lo sucedido.
Ella no era como la había imaginado, quizás solo era otro sueño, otro escenario, otros actores. Pero había algo que me decía lo contrario, que le daba una soberbia realidad.
Sus ojos comenzaban a devorarme, consumirme, desecharme, sin piedad.
No era ella quien sangraba sino yo, y de seguro que ya no habría próximas vez.

Emiliano Pardavila "De la decadencia 1"

4 comentarios:

  1. Hola compañero.. leyéndote un rato.. interesantes tus textos.. y este en particular trae a mi memoria.. "solo hay sueños dentro de sueños".. al pié!.. sigue revoloteando tu puño y tu lapicera.. lo haces muy bien.. según.. mi parecer.. cariños.. paso..

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  2. Hola! no sé que hice mal.. pero me costó muchísimo llegar a encontrarte y después localizar el post, pero lo logré! acá estoy, gracias x tu comentario.
    Tu texto me gustó muchísimo, ahora voy a seguir un poco más x el blog.. caí en la tentación.

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  3. por qué no publicaste los otros ocasos compañero?..

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  4. me encaaanta este texto, ya te lo dije, pero te lo digo de nuevo acá xD ♥

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