lunes, 8 de febrero de 2010

Confesión

No se bien por donde empezar… esto en principio parece sencillo, uno cree conocerse, pero al intentar decir algo que realmente cuente como distintivo, las palabras parecen fugarse, amontonarse en una guarida a la que la conciencia tiene vedada la entrada, ¿debería anteponer mi nombre al desarrollo? O ¿debería dejar que todo fluya con el fin de que esa distinción fortuita quede disuelta en lo que realmente soy? No lo sé.
Intentaré empezar por explicar el motivo de esta confesión sin sentido… ¿Alguna vez han estado en el medio de una encrucijada existencial? ¿Se han visto perdidos en medio de dos o más cosas a las que no pertenecen? ¿Sintieron alguna vez no pertenecer necesariamente a algo?... yo voy así, a los tumbos, entre medio de un mundo extremadamente fragmentado, sin ser necesariamente parte de ninguno de esos pedacitos que lo constituyen… respiro de todos ellos, siento de todos ellos, pero de ninguno por necesidad… de ninguno soy constitutivo.
Es raro no sé si esto le sucede a algunos, a la mayoría o solo a mí, y así andamos sin ser completamente partes de un todo, la sociedad, que en realidad no es más que una ilusión, un concepto vacío, una mentira que nos lleva a aceptar algo, las jerarquías, que por naturaleza no existe, pero ¿Quién estará en la condición de no poner en duda mi punto de vista, mi razón? ¿Cuántos argumentos se podrían esgrimir en mi contra? Poco importa pues no intento hacer ciencia, pretenciosa en su objetividad, solo quiero desahogarme, dejar salir esos interrogantes que no me dejan tranquilo.
Soy un hombre de fe pero no pertenezco a ninguna religión, ni soy devoto de ningún dios, mi creencia es más cortita, es más confiable, creo en la humanidad, pero a la vez, ésta, se torna compleja, ya que la humanidad no se cree, es una fe trágica, la amo sin tapujos y en la misma medida la desprecio, a veces me siento como Harry, un lobo. La amo por su potencial y la desprecio porque se limita, se enreja.
No hace falta ser un sabio para ver como ésta se fragmenta en todo tipo de micro grupos, más allá de su tamaño, ningún fragmento alcanza magnitud alguna frente al todo real, verdadero, frente a eso que somos, frente a lo humano sin rotulación ni apodo, y como decía anteriormente, ninguno de esos fragmentos es mío por necesidad, ni pertenezco a ninguno, efectivamente no soy parte de los pobres aunque transito sus moradas, sus sentimientos, sus barrios, sus calles de desnuda tierra… no soy parte de ellos aunque ellos son una parte de mí, tampoco soy de los sectores medios aunque poseo sus “privilegios” tengo educación, puedo comprar en el mercado, podría competir en la cotidiana estupidez de ser la imagen gratuita de una propaganda viva, podría preocuparme por tener todo ordenadito, de que mi imagen fuera el reflejo de mi sueldo o aún más que él, podría tener una o varias tarjetas con mi nombre impreso, podría pero no sería yo.
Ando entre estos mundos y mas allá, donde los dos se vuelven distintos, uno se vuelve marginal y el otro opulencia pura, aún así no soy nada de eso…es complejo sentirse un grano de arena que no pertenece a ningún desierto, es como no ser, está claro que tengo cosas de ambos mundos, soy una especie de híbrido, una subespecie estéril, pero como las mulas no soy ni caballo ni burro.
Seré mula o lobo, no sé… lo que sí sé, es que no soy término medio, no soy un gris, mi hibridación es multiforme, no es mitad agua mitad aceite, es una confusa potencia hacia la soledad entre las partes sin ser de ellas.
¿Qué hubiese sido de mí si hubiese nacido en pleno paleolítico entre los primeros sapiens sapiens? Quizás, quien sabe, hubiera buscado un lugar allí en el medio de un todos sin fisuras, ahí necesariamente me hubiera hecho constitutivo, de no haberlo sido naturalmente hubiese perjudicado al resto, hubiese entorpecido suya posibilidad de supervivencia, dado que todos y cada uno era fundamental en la cooperación, es esto de lo que hablo cuando hablo de amor por la humanidad, amo es haber sabido, ese saber cooperar para el bien común, ese que por indistinto no distingue.
Pero creo que de haber nacido entrado el siguiente período, ese de la complejidad incipiente, de destruir el todo para conformar infinitas partes de algunos, ese donde el hombre empieza a jactarse de su inteligencia degradando y obturando la de los demás en nombre de lo académicamente virtuoso, de la división, de la estratificación, de las religiones, los estados y los reyes, en ese período en el que, a lo que luego, llamamos civilización comenzó a tejerse a contra reloj del origen, ahí hubiera estado igual que ahora perdido sin ser parte.
Es que no puedo, soy incapaz de no ver en las partes la ausencia del todo, no es lo que las partes pueden tener del todo lo que me preocupa, sino lo que de él no poseen, aún tampoco puedo apreciarla demasiado en mí, no hay demasiados lugares para ejercerla en mi egoísmo.
Sería un hipócrita si dijera que yo, una parte sin partes, guardo en mí lo que las otras partes carecen, quizás lo que es claro es que yo he encontrado en esa ausencia el clavo que pega mis manos al madero, que pone la soga en mi cuello sin asfixiarme del todo.
Como ha de liberarse el esclavo sino sabe que lo es, rezaba el epígrafe, como se rearmara el todo si las partes ignoran que de él vienen y sin él perecerán.
Pero ¿por qué la cooperación ha dejado de reunir al todo? ¿Por qué soy una parte sin partes? No lo sé… que voy a responder… mi antropología es positiva, sino mi fe sería una mentira… y sin ella poco me importaría si hay todo o partes, o si el origen ha sido olvidado y por tanto no tendría sentido el apenarme por estar en un medio que nunca es tocado por nada.
Quizás todos se sientan así, y esa es la razón por la que algunos mandaron a fabricar el veneno más criminal de todos, el individualismo, para calmar la ansiedad de no ser más que una parte de un vasto mundo al que no nos queremos unificar, como una especie de anestesia local en la conciencia de sí. Tal vez solo somos una pesadilla reveladora de algún hombre primitivo, que espantado inventará la palabra que el resto deberá gravarse a fuego, o quizás no invente la palabra, quizás solo ejerza la acción con mayor alegría y pasión contagiando a todos a seguirlo, y así erradicar su sueño, quizás yo tan solo sea la pesadilla de un individualista, a quien su inconciente alerta de la infelicidad de desear la cooperación mutua, la mutua interdependencia libre.
Este extrañamiento que tenemos las partes de lo que alguna vez fuimos, nos llevó a perder interés por los otros que no fuesen parte de un nosotros y entonces la vida comenzó a tener un valor relativo y ese valor con el tiempo también se fue perdiendo,
El siglo XX lo demuestra, las grandes guerras lo dejaron claro, las vidas no solo no valían lo mismo, no eran el valor equivalencial con el que las otras vidas podían medirse, sino que no eran valor de nada, las cosas absorbieron el valor de lo humano y lo humano quedó vació, era más barato matar que perder un tanque, hoy es más barato matar que dejar de arrancarle el oro a las piedras ¿Cómo podría sentirse, cualquiera, parte de algo que vale menos que un mineral que ninguna utilidad posee?
Así comencé mi peregrinarme, la búsqueda del eslabón perdido, de ese que me demuestre que era necesidad el paso del todo humano a las partes, clases, nación, sociedad, individuo, me convertí en mi propio laboratorio y en mi propio caballo, las hipótesis no salieron al cruce de mis pensamientos, pero el hecho de que sintiera la ausencia de algo debía ser necesariamente el primer paso.
Fue hace como un mes cuando frente a mí se desplomó su cuerpo, yo solo caminaba, me agrada caminar, andar por ahí, cruzar todo tipo de caras, esas que van embotadas en su propio encierro, que llevan la mirada enrejada para que nadie pueda descifrar a que cima han trepado sus elucubraciones, o aquellas que extrovertidas muestran sin pudor el vacío que las constituye, iba como siempre en busca de un choque o de un freno brusco que evitándome, las pusiera a salvo allí donde son difíciles de atrapar, bien cerquita del suelo… así iba… tan preocupado por llevar a cabo mi tarea que la concentración me desconcentró y no la vi venir hacia a mí, no la vi llegar… la muerte viaja rápido en pequeños misiles de plomo… uno la impactó por la espalda y ella cayó, su panza de incipiente redondez, sus brazos extendidos hacia mí, su mirada hundida en una infinita tristeza, su cuerpo todo se fundió en una inevitable comprobación de la gravedad, intenté estirarme para alcanzarla y atajarla cortando un vuelo en rotunda picada, pero nada pude hacer, el estruendo seco contra la vereda me evidenciaron inútil para tal tarea.
Me arrodillé, la sangre brotaba roja de un orificio en su espalda, trate de levantarla, pero solo pude moverla un poco, quedó boca arriba con su nuca sobre mis rodillas, sus ojos se clavaron en la profundidad de mi ser… por las comisuras la saliva mezclada con la muerte se fugaba… todos somos uno… me dijo… todos somos uno….sus mirada se quedo así petrificada y sin aliento, los uniformados llegaron unos segundos después, cuando ya se había formado un ronda a nuestro alrededor.
Nunca nadie se me había muerto en los brazos, ni siquiera metafóricamente, es una sensación indescriptible, uno puede sentir la fuga del calor de manera inmediata, da la impresión que todo el cuerpo es invadido por un escalofrío de magnitudes polares, que con la última exhalación se apaga la llama, no hay oxígeno ya que la pueda mantener.
Me corrieron de golpe sin modificar mi sentirme morir en parte, sin poder sacarme esa mirada de lo profundo de mi adentro, los pies se mi hicieron de plomo, mi piel empalidecida parecía regalarle el color por las flores que nunca tendría, todo siguió con naturalidad y yo allí inquietamente paralizado, me quede por horas, la ambulancia se llevó el cuerpo, muchos victoreaban a los oficiales tras su narración de los hechos, el cuerpo sin vida paso a ser justicia, la expresión mas acabada de no saber como arreglar algo que escupe mierda por todos lados, salpicando a todos, y de lo que alguien tenía que ser responsable aunque no lo fuere.
Eso fue el principio, su muerte, su declaración, toda la trágica escena inspiró esta desazón que es mi ser, abrió en mí un vacío que no para de crecer, en cuyo inacabado fondo se lee todos somos uno, quizás sus dichos nada tenían que ver con lo que a mí me sugirió, pero no hay manera de comprobarlo, un acertijo sin resolución, una paradoja que ahora consume mis esfuerzos como la flecha a Zenón.
Y la pura especulación me trajo hasta acá, hasta este papel, creo que en realidad todos somos uno, somos especie, supervivencia, cooperación, pero es más fácil que los muertos tengan la culpa de lo que no podemos ver, que reconocer nuestra limitación, nuestra incapacidad para vernos como fundamentales e irrepetibles en una realidad que nos desmiente, que nos transfigura sustituibles, sobrantes, desechables.
Triste, agónicamente dolorosa es la carga en la conciencia, quizás sea el mismo dolor que llevó al hombre a convertirse en lobo, quizás el estepario lo vio y trató de regalarse un antídoto antes de seguir siendo humano sin humanidad referencial, sin punto real de apoyo, nadie puede sostenerlo sin caer de igual manera en una suma de conjeturas, de sospechas previas y posteriores. Pero ese disfraz no me sirve, ya esta usado, su inmunidad a lo que acontece expiró en la muerte del amor, allí entre los espejos. Y tampoco tiene sentido engañarse tanto a uno mismo, no tener rumbo ni puerto no implica querer encallar en cualquier lado para poder sentir que no se siente el peso de saber que no hay más culpables que aquellos que dividieron el uno en múltiples esquirlas que no se tocan más que para matarse.


Emiliano Pardavila "del todo a los fragmentos"

12 comentarios:

  1. no se que parte o que todo,pero me conmovi con tus frases letras palabras,en este torbellino donde nada importa dice charly,estoy parada y te leo a vos y me gusto mucho¡¡¡

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  2. Muchas gracias Sandra... de verdad gracias

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  3. Emiliano.. no encontraba tu blgo.. ahora estoy aquí, desde este momento me convierto en una seguidora más tal vez, pero leal!.. me tomaré tiempo para leerte, pues tu talento me invita a una tasa de café a medida del paso.. cariños compañero!.. gracias por visitar mi blog.. por dejar tu mirada respecto de los texto que publico.. tira para adelante!..

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  4. Qué relato Emiliano!!para variar me encanta tu estilo!esta vez no te leí en remes pero sí acá.... y cuando relatás ese preciso instante en que sentís que se muere en tus brazos...las sensaciones...Brillante.

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  5. Estimado Emiliano. Te voy a contar que siento lo mismo que vos desde que me acuerdo. Ya que realmente nunca me sentí parte de alguien. Eso en un principio, como es obvio, generó conflictos, confrontaciones y complejos. Pero con el tiempo descubrí que ser así como soy es precisamente mi mi pequeño lugar; ya que siento que nací para desentonar y no ir para "donde va Vicente" y me asumí y comprobé que era la única de ocupar un lugar positivo también para los demás. Sin soberbia me acepto como soy y actúo en consecuencia. Ello no significa de que tambíen se aprenda de muchos otros, sobre todo de los "buenos pobres" y su sabiduría. Me gustó mucho tu escrito. Un especial saludo para vos.

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  6. Emiliano,

    reflexão interessante estão em TUAS palavras ... reflexões extremamente mais profundas que as minhas ... Bem, saiba que não és o único a se sentir assim .. Penso - e me dão essa garantia, talvez, meus 41 anos - que todos os seres humanos temos esses sentimentos de vazio ...

    Mas há que se lebrar que vivemos em uma planetinha extremamente atrasado moralmente ... Claro que eu me desiludo muitas vezes ao dia ...

    Mas comparo com o ensino: se conseguirmos que uma criança/jovem/adulto perceba a beleza humana, e, mesmo com todas as imperfeições morais que apresentamos, continue querendo o bem coletivo, já vale por todo o resto da classe que não pode entender isso ....

    Não sei se fui clara, mas é algo assim:

    'Um instante de
    significação
    alcançado,
    justifica
    a existência.'

    e acho que isso conseguimos fazer através da docência, que seja para poucos, mas que seja para alguns: significa que continuamos fiés a nós mesmos !

    Um abraço amigo! e gracias por las palabras !
    Besos

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  7. Emiliano...

    es tan dificil unir las astillas de un todo fracturado y casi al borde del estallido... sin embargo... hay dentelladas voraces de nosotros mismos... concecuencia de no saber por qué amamos y por qué odiamos!!

    profundo escrito amigo querido!!
    gracias por compartir!!

    hermosos días!!
    que disfrutes un bello día de los enamorados y la amistad!!!

    beso!!!

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  8. Creo que el erotismo no necesita ser evidente tanto en relatos como en poesía, es como una mujer en un bikini sugerente es más sexy que verla desnuda. Y sin duda hace volar más la imaginacíón.Gracias E.

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  9. Emiliano...

    paso a saludarte amigo querido!! y agradecerte tus palabras en mis letras... también te dejo un cariño abrazo!!!

    hermosos días!!!

    beso!!!

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  10. No se puede ver el lago desde su interior. Estamos empapados del todo. El hombre es la medida de las las cosas, todo y parte a la vez.

    Saludos.

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  11. es complejo sentirse un grano de arena que no pertenece a ningún desierto...

    asi me siento siempre.
    esta bueno lo q escribis es re profundo.
    Besos

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  12. Emiliano,muchisimas muchisimas gracias por comentar mi trabajo en poetas,lei atentamente,lo escrito y sabes, te haria mil preguntas sobre esa narracion,llena de sentimientos ocultos....
    gracias
    lidia-la escriba

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