domingo, 10 de octubre de 2010

Encuentro

Sentada esperaba que la espera terminara. Envuelta en varias rondas de pena y frío. Que aquel que se tardara recordara el apuro, la necesidad del momento, la contracción de los nervios.
Miraba para un lado y para otro, las llegadas son impredecibles, un caos de espacio y tiempo que tarda en acomodarse, en hacerse orden. Allí sola en la plaza mira a sus adentros, se pinchaba… para confirmar que era cierto, que el reloj avanzaba en la ausencia.
Se creía presa en la inocencia de alguna trampa prematura, dolían ya las ataduras cuando se perdió a lo lejos. No giro, el pasado pisado y el banco a sus espaldas. No lloro, no hay sombra que merezca un lamento.
Camino hasta que se perdió en los cuerpos sin rostro, en la multitud… ahora su espera se hacia vago recuerdo, sus paso indistinguibles, su cara una mueca más. Allí perfectamente confundible, desconocida, atropellada, levanto la mirada, se le antojo que aquellos cúmulos de huesos, carne y músculos fueran alguien, dejar de ser algo… pero entonces ella se volvió cosa… saludaba y era loca, tonta, puta o desafortunada.
Volvió a agachar la cabeza, a sumergirse en la marea que deshace las gotas, volvió a sentirse una nota fuga imperceptible en una melodía… sintió que el banco se le había colgado de las nalgas, que desde hacia rato lo venia arrastrando.
-hijos de puta… toda una hipérbole de hijos de puta… un océanos de hijos de puta…
Los gritos atrajeron su mirada desde los oídos, él iba absorto en sus desvaríos, con una nube de prejuicios que sobre su cabeza arrojaban los ojos de los sanos, de los que de nada se salen. Era inminente el cruce…
-La reputísima madre que los parió, hijos de puta.
-hola
-hola
Hicieron unos pasos y voltearon… silencio de un lado, brillo del otro.
Él pensó en un trago, ella en un imperio de bancos de plaza. Ella dio un paso, él, sin nombre, la observaba. Él extendió sus brazos, ella lo besaba… ella dijo sombra, él pido perdón por la tardanza.

4 comentarios:

  1. Te expresas con una profundiad inusitada y cada palabra se hace fuerza en el contexto.
    Es un inmenso placer leerte y entender tus sentimientos.
    Un abrazo.

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  2. mortal amigo.. ideal para ser leído.. de qué lugar salen tus letras?_ yo de ellas.. me siento marioneta_ tu manejas.. te quiero hasta la luna.. y tal vez.. un poquito más allá..

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