El sueño despoja con el tiempo
su disfraz de pesadilla,
y ella ya no sueña
al saberme un desierto informe
un simple espejismo desabrido,
se aferra al paroxismo
de lo real,
ausencia y más ausencia.
y me quedo ahí
en un rincón sin lugar,
arista que nada fuga,
vuelto un insignificante punto
un minusculo recuerdo
sin piel ni huesos
sin humanidad
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